Mattew Bello Garrido (@mbellog)
Miroslav Klose igualo a Ronaldo como maximo goleador en los Mundiales.
La naturaleza humana es (a veces) tan noble que nos aconseja por instinto “apoyar al pequeño”. Más de una vez nos hemos identificado con la escuadra más modesta pues nos encantan los momentos en los que David es capaz de vencer a Goliat.
Este Mundial precisamente da para ello, pues los llamados “humildes” –llámese Costa Rica, Ghana, Australia o Irán- u otros no tan pequeños como Colombia o Uruguay, nos han balanceado el criterio a su favor, basados en juego vistoso y efectivo, capaz de vencer a los “poderosos”.
Ayer hablábamos de humildad, hoy hablamos de empatía; dos elementos que van de la mano cuando se trata de pequeños y grandes. Analícemoslo en base a los partidos del sábado, donde una muy humilde Irán casi le saca los colores a Argentina y donde Ghana supo plantarle cara y sacarle un punto a Alemania.
Primero, Irán, cuya plantilla entera vale menos que Messi, puso en apuros a una albiceleste que depende en exceso de lo individual (Romero salvando su valla y Messi aplicando su genialidad para poner el gol de la victoria). Lo de Argentina debe preocupar porque ha sido incapaz de concatenar su plantel y por ende fue inefectivo ante la débil escuadra persa.
Luego fue Ghana, cuyo juego vertical sobrepasó a los teutones en múltiples ocasiones, al punto de estar ganándole en cierto momento. Solo su ingenuidad le evitó llevarse el triunfo; eso y el relevo alemán encarnado en un tal Miroslav Klose, quien empató las acciones y a su vez igualó a Ronaldo como máximo goleador en los mundiales.
Valga decir que Klose es otro de esos “humildes”, en el caso de los jugadores, pues no es el popular delantero vende camisetas, más es disciplinado y sobretodo efectivo, que al final de cuentas es lo que vale.
Ante los Irán, los Ghana y los Klose del mundo siempre nos sentiremos cercanos y esperaremos que salgan airosos ante los poderosos, acostumbrados a vencer. Hasta la próxima.
Mis 15 minutos de fama 